Visitar León y Granada es descubrir dos joyas coloniales que, aunque distintas, se complementan en historia, cultura y belleza. León, cuna de intelectuales y artistas, cautiva con su ambiente bohemio y su imponente Catedral Basílica de la Asunción, Patrimonio de la Humanidad. Caminar por sus calles es encontrarse con iglesias coloniales, museos de arte y murales que narran la fuerza de su pueblo. Además, su cercanía a volcanes activos como Cerro Negro o Telica convierte a la ciudad en un punto perfecto para los amantes de la aventura.

Granada, en cambio, deslumbra con su arquitectura colorida y sus fachadas coloniales perfectamente conservadas. Su emblemática Catedral amarilla domina el Parque Central, mientras que un paseo en lancha por las Isletas del Lago Cocibolca ofrece un contacto directo con la naturaleza. Granada combina tranquilidad, historia y romanticismo, mientras León ofrece pasión, cultura y energía. Juntas, representan lo mejor de Nicaragua.